Hace poco, una seguidora nos hizo una pregunta “¿Todas las cervezas se tiran igual? ¿Afecta en algo a la cerveza?”. Esta consulta nos llevó a la conclusión de la necesidad de explicar, que además de un recipiente adecuado para cada cerveza, también existe una manera adecuada de servirla.
La industria en España nos ha mal acostumbrado a cosas muy simples debido a la poca variedad con la que contábamos en los bares hasta la llegada del movimiento craft, en resumidas cuentas se trataba de con mucha espuma o con poca espuma.
Ya hemos hablado de los distintos tipos de vaso que existen para disfrutar cada estilo de cerveza (en esta entrada), también hablamos de la importancia de usar vasos limpios, refrescados pero nunca congelados (en esta otra entrada).
Pero es que el “tiraje” de cerveza va mucho más allá de esto. No sólo hay diferencias a la hora de servir la cerveza, sino que tampoco es igual hacerlo desde un tirador o desde una botella. Para no complicar mucho el asunto, hablaremos del modo de hacerlo desde una botella, que es la manera más habitual de hacerlo por parte de cualquier consumidor (desde un tirador se debería emular de la manera más fiel posible estos pasos, pero ahí entra la maña o profesionalidad del camarero en cuestión y el grifo dispensador, con compensador o sin él, de bomba de mano, etc… )
Hemos querido hacerlo simple y hemos dividido todos los estilos según su intensidad de cuerpo y aroma, otro tomando en cuenta la carbonatación y un “lo que nunca debes hacer”. Al lío:
1. Cervezas de cuerpo medio-ligero y/o con poco aroma. Para estas cervezas se debe realizar el tiraje típico, inclinar el vaso 45º hasta que llegando al final lo enderezamos lentamente para generar la cabeza de espuma adecuada. De este modo mantendremos la carbonatación correcta y una pequeña capa de espuma que proteja los aromas de nuestra cerveza.
- Ejemplos de cerveza: La mayoria de las lager, Porter, IPA, Pale Ale.
2. Cervezas de cuerpo denso y/o con aroma medio-intenso. Al igual que las anteriores se debe inclinar el vaso 45º pero sólo llenarlo hasta 3/4, entonces se dejará reposar la cerveza y cuando toda quede homogeneizada se tirará el resto desde un poco más alto para generar una cabeza de espuma cremosa y consistente en algunos casos, efímera en otros. En algunos casos de cervezas de este tipo pero con bastante carbonatación se puede realizar llenando hasta 1/2, después 3/4 y finalmente el último paso.
- Ejemplos de cerveza: Stout, British Ales, Belgian Ales, Barley Wines.
3. Cervezas de cuerpo medio-ligero y/o con aroma intenso. Comenzaremos con el vaso también a 45º e iremos enderezando lentamente, pero con la botella siempre en perpendicular. Esto permitirá que la espuma se vaya generando desde el principio y mezclando con los componentes volátiles de la cerveza.
- Ejemplos de cerveza: Sour o estilos con mucho lúpulo.
4. Cervezas muy carbonatadas. El vaso debe colocarse casi horizontalmente en línea con la botella, cuando la cerveza casi toca el borde se endereza lentamente. De este modo promovemos una espuma densa y compacta y rompemos la burbuja generando un equilibrio entre mantener la alta carbonatación en vaso y que no se haga tan pesada en el estómago.
- Ejemplos de cerveza: Pilsner o cervezas de trigo.
5. Lo que no se debe hacer nunca:
- Escanciar la cerveza, romperíamos por completo su carbonatación y no controlaríamos en absoluto la cabeza de la espuma.
- Servir una botella que indica que puede contener sedimentos hasta el final. Lo que comunmente llamamos “escurrir la botella”. Se aceptaría, únicamente en estilos dónde la levadura es protagonista, como las hefeweizen.
- Parecido a esto último es remover los posos de la botella y echarlos al vaso, no, no se hace. A no ser que sea un estilo como el del apartado anterior.
- Botella y vaso no deben entrar nunca en contacto, así como la cerveza servida con el exterior de la botella.
- Beber “a morro”, es una costumbre heredada de las cervezas industriales, beber muy frías y directamente del botellín o tercio. Este modo de beber te impedirá disfrutar de los aromas que se liberan al servir la cerveza en un vaso adecuado, además de no romper el CO2 disuelto en la cerveza y por tanto crearte una sensación de pesadez en el estomago.
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Esperamos que a partir de ahora y con estos consejos practiquéis el “tiraje” de cerveza como auténticos profesionales, y que esto os permita disfrutar de una experiencia completa con vuestras cervezas artesanas.
Como siempre, os invitamos a seguirnos en nuestras redes sociales y dejar vuestros comentarios.
Salud y buenas birras!
Pues creo que los alemanes con sus Weizen, cuando queda bien poca cerveza para servirla, nos animan a agitar los posos de sus botellas y a incorporarlos al vaso…
Eso es lo que se ha hecho siempre, pero parte de un error de concepto, cuando la cerveza llega a España la levadura que queda en reposo o en el fondo es levadura inactiva o “muerta” no es un sabor agradable. Las Weizen auténticas se sirven y se degusta la levadura pero viva y en perfecta condiciones porque no tiene posos! ??????
[…] Ya hemos hablado de los distintos tipos de vaso que existen para disfrutar cada estilo de cerveza (en esta entrada), también hablamos de la importancia de usar vasos limpios, refrescados pero nunca congelados (en esta otra entrada). Y hace poco os hablamos de cómo te debes servir una cerveza artesana correctamente desde una botella (en este enlace). […]