Que somos apasionados de la cerveza artesana e independiente está más que demostrado, que nos gusta la música, las series de televisión, el cine y la lectura también lo hemos dejado caer en nuestros diseños cerveceros.
Pero de lo que no habíamos hablado, salvo en algún hilo en redes sociales, es que también nos encantan los juegos de mesa. Desde las partidas megalómanas del Risk, pasando por el capitalista Monopoly, como por juegos más “actuales y frikis” como el Bang! o Virus. (Pinchando en cada juego puedes visitar los enlaces de Amazon Afiliados)
No es de extrañar que cuando por casualidad, vimos el anuncio de un juego de mesa basado en la elaboración de cerveza en las redes, nos apresurásemos a hablar con su creador e investigar un poco sobre el proyecto.
De un simple vistazo a su página BeerMasterTheGame.com, podemos observar que se trata de un juego de estrategia y habilidad en el que combinando cartas e ingredientes hay que crear variedades distintas de cerveza. Está recomendado para mayores de 10 años, se pueden hacer partidas de 1 a 6 jugadores y el tiempo medio de partida está entre treinta minutos y una hora.
Juan Carlos Frutos es su autor e ilustrador y hemos disfrutado de una pequeña charla con él.
- CBC: Hola Juan Carlos, encantados de saludarte, empezamos por lo típico, ¿No? ¿Podrías hablarnos de como nació tu proyecto?
- Juan Carlos: Buenas, claro que sí. Como no podía ser de otra manera, la idea del proyecto nació durante una tarde de cervezas y juegos de mesa en casa. Soy una persona con imaginación y bastante inquieta y, además, mi trayectoria laboral está muy vinculada al desarrollo de producto y al marketing. Beer Master se trata, tanto en concepto como en desarrollo y diseño, de un proyecto personal en el que he fusionado dos de mis mayores pasiones: la cerveza artesanal y los juegos de mesa.
- CBC: Así que el proyecto nace de la cerveza y para la cerveza.
- JC: Pues sí. Durante una partida de Machi Koro y mientras degustábamos unas Dougall’s. Una de mis amigas, cogiendo su copa, dijo: “Hombre, está claro. Te encanta, así que tienes que hacer un juego de cerveza”. Nos echamos unas risas y, en principio, parecía una idea absurda. Pero lo cierto es que todo empezó ahí. Ni qué decir que, si Beer Master sale adelante, le debo varias pintas a mi amiga.
- CBC: Jajaja, eso seguro. Pero entonces, a ti, esto de los juegos de mesa, te viene de lejos, ¿No?
- JC: Bueno, creo que, como a toda mi generación, lo de los juegos de mesa nos viene desde la infancia. La diferencia es que, mientras en algún punto indeterminado entre la adolescencia y la juventud muchos aparcaron la afición, unos cuántos seguimos enganchados a esas interminables partidas de Risk, Trivial, Catán o Monopoly. Que además combinan perfectamente con la degustación de buena cerveza, por cierto. Con la posterior diversificación del sector y la explosión de creatividad que lo ha sacudido, sobre todo en esta última década, estoy más enganchado que nunca y siempre pendiente de la próxima novedad. Realmente, si vivimos en la edad de oro de la cerveza artesana, se podría decir que ha coincidido con un espectacular renacimiento de los juegos de mesa.
- CBC: No podríamos estar más de acuerdo, y hablando sobre la cerveza, además de bebedor ocasional y creador de un juego cervecero, ¿te dedicas a ella de alguna manera profesional?
- JC: En absoluto, soy un amateur vocacional. Pero tengo un recuerdo entrañable relacionado con el tema: Cuando era un jovenzuelo, cerca de mi barrio en San Sebastián de los Reyes, había una cervecería que se llamaba “la Cuvée”, en clara referencia a la mítica Cuvée de l’Ermitage. Tenía un catálogo asombroso para la época, sobre todo de belgas, alemanas y algunas rarezas internacionales y pronto me convertí en un parroquiano habitual. El caso es que el dueño siempre trataba de convencerme de que trabajase para él. Decía que buscaba a alguien que realmente sintiese pasión por el mundo de la cerveza. Pero yo no era más que un crío y la barra (por lo menos el otro lado de ella) no me llamaba. La Cuvée cerró hace ya mucho tiempo pero siempre me pregunto de vez en cuándo qué hubiese sido de mi vida si le hubiera dicho que sí.
- CBC: Hablas como si tuvieses la edad de una barrica abandonada en lo más profundo de una bodega, jaja
- JC: Vais a hacer daño, ¿eh? Tengo 46 añazos ya. No soy ningún crío, vaya.
- CBC: Jajaja, en estos 46 añazos, ¿recuerdas alguna anécdota o una situación especial que te despertase lo que nosotros llamamos “el gusanillo cervecero”?
- JC: Pues, tal vez no una situación, pero indiscutiblemente, sí tengo un lugar, “La Cuvée” me hizo descubrir que la cerveza era mucho más que el páramo de lagers industriales sin alma que dominaba el mercado nacional. Que existían las lambic, las red ales, las porter, las stouts. Fue entonces cuando empecé a responder cuando me decían “No me gusta la cerveza” con “No. Lo que pasa es que aún no has probado la cerveza que te gusta.”
- CBC: Qué pena no haber conocido aquel lugar de primera mano, suena estupendo
- JC: Obviamente, a día de hoy la selección que tenían se quedaría corta y algo mainstream pero teniendo en cuenta que a principios de los 90 aquí no sabíamos qué era una cerveza artesana y pensábamos que los americanos sólo bebían Bud, yo me tomé mi primera Sierra Nevada. Ni tan mal, ¿eh? Más adelante, con el cambio de siglo, otra de mis pasiones, la de viajar, me hizo descubrir el mundo de la cerveza artesanal incluso antes de que el boom llegara a España. Bohemia, Valonia, Bretaña, Inglaterra, Croacia… Y, por supuesto, California, la meca de la Craft Beer. Aún sueño con ese bar de San Luis Obispo en el que te ponían una pulsera que contabilizaba la cantidad de cerveza que te servías a voluntad de… ¡40 grifos diferentes!
- CBC: ¡Un gran apasionado, sin duda alguna! ¿Quieres añadir algo más?
- JC: Bueno, simplemente agradeceros el interés mostrado y nada, recordar a vuestros lectores que el proyecto se encuentra en plena campaña de financiación a través de un crowdfunding en la plataforma Verkami.
- CBC: Pues muchísimas gracias a ti Juan Carlos por prestarnos tu tiempo y por este estupendo proyecto sobre la cerveza, te deseamos muchísima suerte, y por supuesto, participaremos en el crowdfunding para disfrutar del juego, ¡Siempre, con una buena cerveza artesana e independiente en la mano! ¡Salud y buenas birras!
- JC: De nuevo, ¡Gracias y salud!
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Así que ya sabéis, no dejéis de participar y apoyar estos proyectos locales y artesanales que tanto enriquecen la cultura cervecera, y si no recordad, difundir y compartir no cuesta dinero!
Salud y buenas birras!